Sobran medicamentos.


Aún se escuchan ecos de la tormenta mediática, que en el ámbito sanitario se desencadenó hace un mes en Francia, tras la publicación del libro de Philippe Even y Bernard Debré con el expresivo título, “Guide des 4000 médicaments útiles, inútiles ou dangereux”,  pues rápidamente a pesar de sus 905 pag, se ha convertido en todo un best seller, y no tiene nada de novela pues en realidad no es ni siquiera un libro de lectura, sino una guía de consulta. En este libro, dos prestigiosos profesionales del país vecino arremeten contra el sistema sanitario galo, al que acusan de despilfarrar miles de millones de Euros en financiar un ingente arsenal de fármacos inútiles, y en muchos casos peligrosos, culpabilizando de ello, tanto a la industria farmacéutica como a la administración sanitaria, sociedades científicas, médicos y hasta a los propios pacientes.
  Los autores no son sospechosos de actuar por móviles políticos, ya que Devré milita en un partido conservador, mientras que a Even se le reconoce afinidades socialdemócratas,  tampoco son sospechosos de ser oportunistas a la búsqueda de una celebridad que les ayude a sobrevivir,  pues ambos son prestigiosos y consolidados médicos,  Devré, catedrático de urología, saltó ya a la fama hace años por ser el encargado de intervenir el cáncer de próstata de François Mitterrand, mientras que Even,  neumólogo, es director del prestigioso Instituto Necker y antiguo Decano de la Facultad de Medicina de París.
 En el libro, critican a la administración y a las sociedades científicas, de connivencia con la industria farmacéutica, que definen como un negocio sumamente lucrativo que extiende sus tentáculos a todos los niveles de la de la toma de decisiones en el sistema sanitario francés, potenciando la desinformación y el aumento del consumo de fármacos a toda costa, por unos pacientes a los que también censuran porque se comportan cada vez más, como el famoso personaje de Moliere  “el enfermo imaginario”.
Todo comenzó cuando los autores fueron encargados por el gobierno de Sarcozy, de investigar el escándalo del Benfluorex, (Mediador ®), derivado de la fenfluramina, (anorexigeno comercializado por Lab. Servier), indicado al parecer en Francia ampliamente para los diabéticos, que  causó numerosas muertes hasta su escandalosa retirada; tras realizar la investigación, descubrieron que eso solo era la punta de un iceberg que se extendía a multitud de fármacos, y decidieron seguir con el trabajo que ha concluido en este libro de denuncia.
El libro sin duda ha levantado ampollas, pues muchas de sus afirmaciones y análisis son según los críticos, excesivamente categóricos y discutibles, descalificando la mayoría de los fármacos introducidos en el mercado en los últimos 20 años, ejemplos son sus critica a las terapias antiosteoporoticas, tan difundidas por todo el mundo y tan rentables para la industria farmacéutica, la numerosos fármacos annticonceptivos de última generación que han proliferado tanto en los últimos años, mucho más caros que los anteriores, sin ninguna ventaja en eficacia y con efectos secundarios mas graves, la escasa ventaja terapéutica de los nuevos antidiabéticos orales que solo sirven para asociarlos a la  metformina,  fármaco verdaderamente útil pero muy barato, y multiplicar por diez el precio de esta, también critica la amplísima utilización de las estatinas, fármacos caros, que según los autores no han demostrado utilidad en los estudios para  la prevención de eventos cardiovasculares, (suponemos que se referirán a prevención primaria), en fin, el libro hay que leerlom, pues debe de estar plagado de “perlas”, estas que nos llegan por los comentarios de las distintas publicaciones, desde luego nos suenan mucho y nos resultan bastante familiares también en nuestro país (flavonoides para la circulación, trimetazidina para el ángor… y un largo etc). Las opiniones críticas hacia el libro, argumentan que las valoraciones que hace de muchos fármacos, no se ajustan a la realidad, y que está poniendo en peligro la salud de muchos pacientes franceses que ha comenzado a mirar con desconfianza la opinión de sus médicos, abandonando en muchos casos tratamientos necesarios para su enfermedad. Los autores se defienden ante la crítica de falta de rigor, argumentando que ellos no han pretendido realizar un trabajo académico, sino un documento de denuncia, que sirva de aldabonazo para cambiar una cultura de consumo abusivo y dispendio económico, manipulada por una industria corrupta,  que con el apoyo de “especialistas cómplices", consiguen llegar a manipular los marcadores que definen una enfermedad, y de esa forma, denuncian, todos nos convertimos en hipertensos, diabéticos, hipercolesterolémicos y osteoporóticos", y ellos obtienen así pingües beneficios. Los autores no pretenden tanto dar respuestas, como descubrir interrogantes, “necesitamos un debate en Francia” argumentan.
Según las informaciones de la prensa gala, el éxito ha sido tan grande -(200.000 ejemplares vendidos en menos de un mes)- que distintas editoriales han solicitado los derechos para su publicación en otros países incluido el nuestro, lo esperaremos con expectación, por lo que nos pueda tocar, (ya sabéis …  lo de las barbas del vecino y tal y tal..).

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